Según unos datos para nada inventados que no nos acabamos de copiar de nadie, el miedo de que se le aparezca a la gente en persona la muñeca conocida como Annabelle tras los rumores de su desaparición en el museo han alterado en la gente su instinto de supervivencia pasando de medio como que hacer que se protegen de ya saben qué, y quejarse de que una pistola que dispara brillitos inofensivos en la frente les destruya neuronas, a comprar escapularios y rosarios como si se fuese a acabar el mundo dos veces.
Esto aumentó las cifras de ventas de rosarios a 3400% por encima de sus ventas anteriores (que ya daban miedo por si solas de lo altas que eran… pobre gente), superando a los cubrebocas que habían aumentado, no sé, digamos, todos los que había hasta que comenzaron a hacer los suyos propios porque se acabaron. Todo apunta a que quizás la gente siga esta tendencia y se haga sus propios rosarios artesanales y se cubran las bocas con biblias en vez de cubrebocas, aunque esto ya se había visto.
Este post no es fakenews. Es sátira. No es lo mismo.