Hay algunas razones por las que Onyx Equinox captó mi atención, para empezar el simple hecho de que una serie se inspirase fuertemente en la cultura Azteca, Maya y Olmeca puede dar pie a muchas ideas interesantes.
El terreno de la ficción es un suelo fértil que siempre da frutos nuevos, por ello no es necesario mantenerse apegado a los mismos tropos, los mismos paradigmas, para que una obra sea buena. Estamos tan acostumbrados a «ver» ciertos elementos que asociamos inmediatamente con algún género especifico que las obras «transgresoras», o pasan desapercibidas, o cambian por completo la forma en la que vemos el género en cuestión.
En la vida real somos diversos, diversas culturas, platillos, creencias, etc. Esto a la hora de crear nuevas historias es una herramienta que puede ayudar muchísimo al trabajo creativo. Sólo hay que irnos a la Wikipedia o YouTube y encontraremos información útil y diversificada. Es una de las grandes ventajas del libre acceso a la cultura.
Ahora vayamos por partes para ver que tiene esta serie que ofrecer.
Izel tiene que cumplir con un destino impuesto por los Dioses, el cual es cerrar las cinco puertas que conectan el inframundo con el mundo humano. En este viaje Izel conocerá un grupo de personas que le ayudaran a completar su labor.
Si bien la trama es algo arquetípico pues sigue los tropos del Viaje del Héroe; esto es algo bastante común en todas las obras a lo largo de la Historia tienen uno o más elementos de esta estructura. Los personajes son, en cierta medida, aquellos que ayudan a que la trama avance.
Hablando desde la experiencia me he dado cuenta que la trama puede ser simple, ha cliché si así se quiere, pero un buen personaje puede llevar la trama. Pues es el foco de carga empática, o no. Por ello tienen que ser «recordados» de alguna forma.
Y los de esta serie tienen buenos personajes que si bien aún les quedan por desarrollarse. Pero uno de los principales problemas que tengo con la serie es el nombre. Los nombres de los personajes están en náhuatl. Eso es un arma de doble filo: por una parte, ayudan a la verosimilitud y por otra dificulta aprenderse los mismos.
Hay algunos fáciles de aprender, Izel y Yaotl, nombres sencillos de dos de los protagonistas y luego está Xanastaku, un personaje que me gusta pero que desgraciadamente nunca recuerdo como se llama. Además, tiene uno de los poderes más útiles y más interesantes en mi opinión.
Luego están los dioses, son un gozo y están tan bien representados que de verdad se sienten como seres imponentes cuyas maquinaciones se escapan a nuestra imaginación. Además de tener una fuerte influencia sobre los avatares en el reino físico.
Lo que más me ha gustado es la forma en la que está construido su mundo. En el género fantástico hablar del su mundo es hablar de los elementos «mágicos» que lo componen. Pero de su sistema de magia hablaré con profundidad más adelante. En este apartado me enfocaré en dos elementos: la arquitectura y su «mundo».
Las edificaciones Mayas y Aztecas son conocidas a nivel mundial. El escenario es precioso, vivo, coherente. Si bien el es minimalista, este se fusiona a la perfección con la selva. En general dan una sensación de armonía.
El mundo de Onyx Equinox es muy interesante, al ser una cultura tan poco explorada en el ámbito internacional juega con el desconocimiento para trabajar lo fantástico, aunque a veces este cae en el terreno de lo grotesco. Pero saben tazarlo para que nunca pierda este efecto.
Lo primero que se nos viene la mente dentro la cultura Azteca/Maya es los sacrificios humanos, los templos dónde habitan los dioses y los cenotes que conectaban con el inframundo.
La Sangre, dentro de la serie, un «potenciador», es decir: gran parte de los poderes funcionan en base a la misma y los dioses son más poderosos según la cantidad de sacrificios que estos reciban.
También existe una magia sanadora, pero no voy a explicar cómo funciona porque sería un spoiler bastante de un momento clave en la serie. Pero digamos que todo gira en torno a un cambio equivalente.
Onyx Equinox tiene ganado todo el éxito que se merece y si bien sus personajes aún les falta desarrollo y en algunos casos pueden llegar cansar un poco (en especial el protagonista) aún les quedan espacios para el desarrollo y el crecimiento.
Con solo doce capítulos, lo cuales son muy poco para la cantidad de construcción de mundo, por lo que a veces se siente que la trama avanza muy rápido, pero no es un mal que arruine por completo la serie. En un abrir y cerrar de ojos estarás en capítulo final; deseoso de ver más.
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