El 13 de noviembre, hace más de un mes durante este mismo «trambólico» año, se corría la voz por la internet del caso: una toma de rehenes estaba sucediendo en la sede de Ubisoft en Montreal, estudio responsable de la saga Assassins Creed y Watch Dogs.
¿Qué fue realmente lo que pasó? Ante esta situación esperábamos todo tipo de malas noticias y sobre todo terminar enterándonos de quienes fueron los que asaltaron las oficinas de Ubisoft y qué razones tenían para ello, pero la realidad nos desvió un poco de esas oscuras expectativas: todo fue falso.
Bueno, no todo. Ciertamente la policía se presentó en el lugar y sí tuvieron que desalojar a todo el personal, lo que no había en la sede era ningún tipo de amenaza, pues todo se había debido a una falsa alarma emitida apropósito por una llamada de «broma».
Pero esto de ningún modo hace que la broma haya sido inofensiva, según explica Steve Waterhouse para ctvnews, pues justo después de la llamada de alarma un mensaje llegaba a los empleados diciéndoles que «se atrincheren en un área segura con candado, coloquen su teléfono en silencio, permanezcan callados y escondidos».
Y si estás pensando en hacer algo cómo esto: NO.
Demás está decir que este tipo de bromas es de pésimo gusto y hacerlas es un acto criminal, pero es muy importante hablar de lo peligroso que puede resultar. «En 2015 en los Estados Unidos, debido a ese tipo de broma, dos personas murieron», explicó Waterhouse. «Los agentes de policía fueron al lugar, todo se volvió loco y dos personas recibieron disparos».
Esto nos recuerda a un caso anterior del que ya hablamos en este blog donde un hombre que jugaba Crash Bandicoot fue disparado por la policía, dicho caso también se debió a una denuncia falsa de un vecino que dijo que había un incidente doméstico en el domicilio, solo porque le molestó el ruido de su vecino jugando videojuegos con su pareja y prefirió hacer una llamada de emergencia falsa que cualquier otra cosa más civilizada.
La investigación, para el momento de redactar, aún no ha dado con el culpable del caso de Ubisoft, y es difícil hacerlo debido al software de desviación empleado, pero en ocasiones anteriores se ha logrado identificar la IP del sospechoso para llevarlo ante la ley gracias a la participación del FBI.
En este caso la policía fue muy competente y todo salió bien, pero pudo haber salido bastante mal. Esperemos que estos casos no se sigan haciendo frecuentes y que los culpables de causar tan peligrosas situaciones sean llevados ante la ley.
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